Ceriquina

Ayer, en Amandi, había una ceriquina que no paraba de cantar.

Vaya torrente de voz para un pájaro de 9 gramos.  Debe ser todo vatios.

verderín

A mi no me gusta nada como canta, pero tiene su mérito: 

lleva cantando desde febrero.

Cuando lo estaba dibujando me lleve una sorpresa: fui a buscar un dibujo en el British Bird de Raymond Harris Ching para ver que postura había pintado él,

 y no lo encontré.

Luego consultando una guía vi que no lo hay en las Islas Británicas, así que seguro que los ingleses deben de alucinar con este pequeño canario, porque aparte del canto (y esto es una opinión personal), es guapísimo. 

Verderín, verdecillo, acuarela  21 x 14,8 cm.

joven gorrión

En estos días, los parques están llenos de jóvenes gorriones. 

joven gorrión, acuarela 14,8 x 21 cm.

Búho real

La realización de esta acuarela me ha llevado dos días de intenso trabajo.

Tenía una foto muy interesante de un búho real, es un pájaro impresionante, que hice durante una exhibición de aves de cetrería. Desde el primer momento tuve claro que iba a utilizar las fotos, y esa mirada impresionante del búho, así que tome unas cuantas (casi cien).

El fondo blanco de la lona de la carpa no me importó; es más, así no me distraigo cuando empieza con los detalles de las plumas.      

Lo primero siempre es dibujar a lápiz. Yo empleo uno blando de 2B, y como vereis en este primer dibujo, detallo todas las plumas, así que en el dibujo en sí me ha llevado más de una hora.  

A continuación, con un pincel fino señalo los ojos , el pico y esas marcas negras tan genuinas de la cara del búho

Pinté los ojos y sigo trabajando en la cara. Si los ojos no tienen vida, no merece la pena seguir trabajando en el dibujo porque no tendrá expreión, así que para mí, esa parte es la más importante

una aguada de color leonado para el pecho. A estas alturas ya he cambiado a un pincel de marta del nº 5 

voy dando aguadas al cuerpo

después empiezo a marcar algunas plumas oscuras para tener una referencia frente a la foto 

trabajo el codo, para delimitar el plumaje del pecho de el de el ala

ahora voy rematando con el pecho

y dejo para el final el ala y las patas

en vez del banco de cetrería donde reposaba el búho de la foto, me acerco a la Sierra del Sueve a fotografiar rocas para colocar mi búho. 

Y este es el resultado. De momento voy a dejarlo así unos días sin pintar nada en el fondo. Más a delante valoraré si le pongo alguna aguada, pero como ya comenté en otras ocasiones, los dibujos con fondo blanco me gustan mucho, al fin y al cabo son dibujos, para plasmar la realidad ya están las cámaras.    

Búho real, acuarela 56 x 37 cm.

mito

herrerillo capuchino

carbonero

Veranín

Raitán

Probando un bloc de acuarela

Cada vez que cambio de papel, tengo que adaptarme a sus características, nuevas para mi.

Suelo utilizar papeles de 300 gr., para que no abarquillen con el agua. 

En este caso escojo uno de grano más grueso del que uso habitualmente y una marca distinta. 

Cuando llego aquí, siempre me planteo si dejar el fondo en blanco, tan limpio y con tanta fuerza en el dibujo, o darle un fondo. En este caso le doy un color porque como es un papel nuevo para mí, quiero saber como rompe la aguada.

Y el resultado me convence. El papel es bastante impermeable pero proporciona mucho brillo al color del fondo 

Rosa de jardín

rosa

Roquero rojo

Lirio de montaña

Peregrino joven

peregrino joven, óleo sobre lienzo 81 x 76 cm.

Raitán

raitán, óleo sobre lienzo 48 x 56 cm.

Bruno

Aunque los dos bocetos me resultaron igualmente interesantes, al final, me decido por un clásico retrato: me parecía una pena no aprovechar la mirada pícara de Bruno.

Bruno, acuarela 37 x 52 cm.