papeles tintados

Los papeles de acuarela de colores dan bastante juego cuando se trata de pintar estudios de plantas y animales con detalles blancos o claros. Éstos resaltan sobre el color del fondo y a su vez las aguadas se diluyen sobre el papel formando manchas interesantes. 

La pena es que no todas los fabricantes tienen estos papeles y algunos, aún teniéndolos, son de distintas cualidades a los que empleo habitualmente. Suelo utilizar unas pocas marcas y solo papeles de grano fino.

Hace tiempo, experimenté tintando pequeños recortes con café: preparaba una jarra, la dejaba enfriar en una cubeta y después sumergía el papel durante media hora o más.

Los resultados fueron desiguales: unas veces me quedaban más teñidos que otras. En fin, esta parte no la tengo muy perfeccionada. Lo que si me gustó fueron los efectos de las acuarelas sobre estos papeles teñidos.     

En la curruca carrasqueña, la brida blanca está pintada con gouache y este detalle queda tan remarcado en este estudio que creo que es lo que más llama la atención del dibujo a primera vista. 

Está pintada sobre un papel Fabriano tintado con bastante café, tuve que dejarlo mucho tiempo al aire por el fuerte tufo a cefé rancio.   En esta otra curruca trabajé los colores blancos con el mismo método, gouache blanco diluido. 

En los corzos que salen corriendo en el campo, lo que más llama la atención es la mancha crema del muslo, como traté de poner de manifiesto en el estudio de la izquierda.

 

Al final, no creo que el invento del café sea nada interesante pero a mi me tuvo entretenido unos días y por lo menos me salieron unos dibujos diferentes.