Los dibujos de las guías de campo, los carteles y otras ilustraciones científicas, son un trabajo menos divertido que pintar acuarelas de animales. Hay poco margen creativo y hay que ceñirse mucho a los detalles taxonómicos (los que sirven para la identificación de las especies).
De estos dibujos, me resultan especialmente difíciles los insectos, los reptiles y los peces.
Estos días estoy haciendo un trabajo de peces, y en estos por ejemplo, a la dificultad de afinar en la forma y los colores, hay que sumarle el esfuerzo que requiere colocar perfectamente los radios de las aletas, su tamaño, su número y en ocasiones también el número de hileras de escamas del cuerpo, que son fundamentales para diferenciar especies similares.
Como no conozco a muchos de los peces que dibujo, cuento con un asesor científico que pacientemente me busca fotografías, dibujos y esquemas, realiza fotos de los ejemplares que aparecen en el mercado o los peces más raros que se pescan en los puertos asturianos y me da un montón de notas para realizar el dibujo.
Lo primero es familiarizarse con la anatomía de los peces. Es fundamental conocer el nombre y posición de las aletas, la línea lateral y algún detalle más.
Como siempre empiezo dibujando a lápiz la forma del pez y contando el número de los radios de las aletas
para esta primera fase utilizo fotos y también los dibujos de otras guías.
No sabéis la cantidad de veces que borro detalles hasta que me sale como es debido
las aletas dorsales me quedaron algo inclinadas en este primer dibujo (por copiar de un pez muerto), así que a borrar y ponerlas más "alegres"
luego con un pincelín fino resalto con el color básico la cabeza y los radios
una aguada general da color a todo el cuerpo y trabajo con un poco más detalle en la cabeza y el ojo
voy centrándome en el tronco que para complicar un poco la cosa tiene barras de distinto tono
ahora trabajo las aletas
añadiendo pequeños detalles
sigo subiendo un poco los tonos y pintando las marcas en las aletas y escamas
y más o menos ya está listo para ir a fotomecánica, diseño gráfico, imprenta,...
eso si antes tiene que pasar el visto bueno del científico y probablemente habrá que retocar algo que se me escapó (aunque siempre hay cosas que pueden arreglar los diseñadores gráficos)
Por cierto, no dije como se llamaba: Helicolenus dactylopterus,
bueno, esto para los biólogos. En español Gallineta, probablemente tampoco os diga mucho aunque seguramente lo habremos comido en más de un pastel de cabracho (en asturiano Tiñosu; muy gráfico como siempre)
descubrimos un cárabo adulto dormitando al sol en lo alto del árbol.
