Casi siempre que pinto un pato,
es un macho.
Vaya casualidad.
No, no es casualidad claro, lo hago adrede; a quién le va gustar un pato hembra.
(Pues a mi.)
Lo que pasa es que los machos son más comerciales.
Pero a las patas, aunque les falten los colores metálicos son guapas. Los tonos terrosos del plumaje son muy armónicos y parece que en ellas, el color del espejuelo luce más.
Azulona, 37 x 52 cm.
http://www.youtube.com/watch?v=gaFQTA2PbbQ
Talentosisimo pintor:Todo el que pinta patos ,pinta patas obligado ...porque todo pato ...tiene dos. Me encanta tu blog, respetuoso saludo.
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